martes, 25 de marzo de 2014

Un vida después

Aquellos que no quieren moverse, están condenados a perecer. tiene mas de dos años que no publico nada, y bastante mas que no publico nada por el puro gusto de hacerlo, y sin embargo, hoy siento la necesidad de decir que por fin comencé a crecer. 
Como todo en la naturaleza, para comenzar a moverse se necesita una fuerza que rompa la inercia... o en mi caso un buen trancazo, o varios seguidos.
Hace unos meses comencé una caída libre que sin duda yo mismo provoqué, y no es que haya hecho cosas por caerme, simplemente no hice nada por no caerme. La vida es dura, todos lo sabemos, esta llena de decepciones, obstáculos, injusticias y dolor, y eso jamás lo vamos a evitar, pero nos corresponde saber que hacer con ello, convertirlo en un motor de crecimiento o en un ancla de estancamiento...
El estancamiento es lo más fácil, y por algún tiempo, invariablemente nos llena de cosas "positivas", nos volvemos el centro de atención del círculo social, todo mundo se preocupa por nosotros y nos demuestra su amor genuino, pero es solo momentáneo, todos nos hartamos de tratar de levantar a alguien que quiere estar en el piso, y sin duda, tarde o temprano nos quedamos solos... y a veces solo eso necesitamos para levantarnos, depender de nosotros mismos, esa es una de las verdades mas universales que existen, obviamente somos seres sociales y necesitamos de los demás para existir, sin embargo, a final de cuentas, la única persona con la que podemos contar siempre, somos nosotros mismos, no es ni egoismo ni mucho menos egocentrismo... si no contamos con nosotros mismos antes que con cualquier otra persona, nos estamos quitando la responsabilidad por nuestra vida, y definitivamente eso no esta bien. 
No podemos esperar que otros se hagan responsables por lo que nos pasa, no podemos exigirles que nos levanten y definitivamente no debemos escudarnos en "la vida es injusta"... y no por que los demás no sean importantes, es el simple hecho de que, de esos momentos dependen nuestros mayores logros y nuestro crecimiento personal.
Yo ya le di la vuelta al mundo, me perdi y me encontré, lloré, grité, odié, maté (en mi mente claro, no quiero que la justicia lea esto y me metan a la cárcel), me deje caer, esperé y rogué por que alguien corriera a levantarme... y el día en que finalmente me sentí bien, fue cuando puse mis manitas en el piso y me levanté, me sacudí un poco el polvo y volví a caminar, mas sabio, mas fuerte y sin duda mas seguro...
Si alguien pudiera darnos un manual para hacer eso, sería genial, aunque claro, muchos psicólogos se quedarían sin trabajo.
Lo que quiero decir con todo esto, es que la solución a los problemas puede incluso no existir, puede que en realidad esos problemas sean tan graves como los queremos ver y que no haya forma de solucionarlos... pero nuestra responsabilidad es seguir adelante a pesar de ellos... la vida no es justa, superalo... pero es mas injusto echarle la culpa a la vida por algo que podemos usar a nuestro favor...
He dicho!